
Es indiscutible la responsabilidad que tienen los padres en el cultivo de la fe en la propia familia. No sólo respecto de los hijos, sino como pareja, pueden ayudarse cada día a conocer, vivir y transmitir la fe de una manera tan simple como darle gracias a Dios, por un nuevo día, por los alimentos, por todo lo que nos rodea. La oración en familia es un momento importantísimo que debemos aprovechar con los hijos .participar juntos, como familia, en la misa del domingo es una tradición que vale la pena conservar. Es precisamente en la familia donde los hijos se forman en la fe, en las virtudes y en los valores, puesto que somos los primeros maestros.
Por desgracia, hoy en día en algunos colegios no se ofrece una buena enseñanza de la fe, en otros, incluso, se les enseña ideas equivocadas, con el pretexto de que debemos respetar la libertad de creencias y eso ha llevado a muchas equivocaciones con los jóvenes que perdieron el temor a Dios, y el temor a todo, son seres vacíos, sin identidad, vulnerables, débiles, viven la vida imitando a otros en conductas, actitudes y moda y todo porque no tienen unas bases fuertes que debieron ser cimentadas desde su familia.
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